miércoles, 7 de diciembre de 2011

Lo hice

Aunque Naty ha tenido vida por más de 20 años nunca había pasado más allá de las paredes de mi casa. Sin embargo, eso cambió esta semana.

A pesar de que me he exhibido bastante en un video chat nunca había estado con nadie vestida aún cuando tenía ganas de hacerlo desde hace tiempo.  El domingo pasado estando en el chat conocí a un hombre que de alguna manera logró llamar mi atención, se mostró interesado en mí e insistió en que quería conocerme, hablamos por un buen rato y me dio su número de teléfono. No estaba muy segura si llamarlo o no pero me sentí animada por la forma en que me hablaba.


Lo llamé y estuvimos hablando por teléfono un buen rato, me dijo que me veía hermosa y que sería un placer para él conocerme, que cuando nos vieramos iba a tratarme como toda una princesa, al final quedamos que ibamos a vernos al día siguiente.

El lunes pasé todo el día pensando si iba o no iba, a veces me sentía decidida en visitarlo pero a ratos pensaba en no ir.  Habíamos quedado que yo iba a ir a su casa a las 10:00pm. Así que eso me dio más tiempo para pensarlo.

Como a las 7:00pm tomé la decisión y empecé a arreglarme. Tenía tiempo de no depilarme y estaba llena de pelo así que empecé por eso. Me depilé muy bien el pecho y las axilas y luego depilé mi área genital. En toda mi vida nunca había depilado mis piernas ni el área anal pero ese día lo hice, la sensación fue increible, mis piernas hermosas, totalmente femeninas y la se sentían suaves y ni se diga de mis nalgas y el ano se veían fenomenales, estaba exitada de solo verme al espejo.

Luego me maquillé, quería verme hermosa, me puse uñas largas y una peluca rubia. Escogí la ropa interior más sexy que tengo, un conjunto de hilo y brassier de color rosa con blanco y me puse un vestido corto de un color anaranjado muy bonito.

Cuando terminé de alistarme iban a ser las 10:00pm y aunque ya estaba lista para salir aún no lo había llamado para decirle que sí iba a ir. Tomé el teléfono y por un instante dudé en llamarlo... Me miré nuevamente al espejo, me veía hermosa y me dije a mi misma que esa belleza debía ser mostrada, así que lo llamé. Cuando contestó me sentí muy nerviosa pero tomé fuerzas y le hablé, le pregunté que si todavía estaba en pie la invitación y me dijo que sí, me dio su dirección y quedamos de vernos en un rato.

Luego salí de la casa, era la primera vez que salía vestida y mi cuerpo temblaba, no sé si eran nervios o la emoción, rápidamente me subí al carro y empecé a manejar. Aunque hacía frío bajé la ventana, quería sentir el viento y aunque estaba dentro de mi carro, sentía el frío de la noche en mis piernas y bajo mi vestido y eso me exitaba, era algo que nunca había sentido y fue maravilloso. Sentía que la gente que iba en otros carros me miraba pero no me importaba, yo era chica una chica más en carretera.

Llegué a su casa, metí el carro en su cochera y me bajé. En ese momento estaba delante del primer hombre que me veía vestida y el notó que estaba temblorosa y nerviosa. Me dijo que me veía hermosa y que estuviera tranquila, que la ibamos a pasar bien, me invitó a entrar y me ofreció un cigarro. El era grueso, un poco alto, muy velludo y su escaso y canoso pelo denotaban que es algo mayor. La expresión en su rostro me dio confianza, él estaba viendo una chica nerviosa y primeriza y se notaba que me entendía.

Entré y nos sentamos en un sillón de su sala, mientras nos fumabamos el cigarro, hablábamos de cosas sin importancia como para ir entrando en confianza, él insistía en que me veía bella y que estaba demasiado rica. Su tono de voz y la forma en que me hablaba me hacía sentir como toda una mujer y poco a poco se me fueron quitando los nervios.

Empezó a acariciarme y de pronto nos besamos, él seguía acariciándome, tocaba mis piernas depiladas y lo que sentía me gustaba. Luego fuimos a su cuarto, estando de pie frente a su cama, él me tomó por detrás, me abrazó, acarició mis pechos y poco a poco sus manos fueron bajando, empezó a acariciar mis nalgas. Después me quitó el vestido y nos acostamos, él se quitó toda la ropa y yo quedé sólo con mi ropa interior. El me llamaba Naty, por primera vez alguien me llamaba así y me gustaba oirlo

Nos besamos muchas veces, luego él empezó a besar y lamer mis pechos, yo lo acariciaba y pasaba mis uñas por su cuerpo, cosa que a él le gustó mucho. Le empecé a acariciar sus testículos y su pene. Era un poco delgado y de un tamaño normal, eso me tranquilizó un poco porque tenía miedo de cómo iba a ser el momento de la penetración pero por su tamaño me tranquilicé.

Luego empezó a lamer mi huequito, se sentía riquísimo, luego lamía mis testículos y mi pene. Yo estaba superexitadísima. Me preguntó que si a una chica tan linda como yo le gustaba practicar sexo oral, yo le dije que sí y lo empecé a hacer, lo chupé todo, su ano, sus testículos y me comí todo su pene, estaba recién bañado y sabía delicioso, me lo comí todo.

El seguía chupándome a mí, yo gemía del gusto.. Realmente él sabe como dar una buena mamada. Sentía que en cualquier momento iba terminar. Me chupaba, me daba mordizquitos, se la tragaba toda, era realmente espectacular.

Luego me pidió que me pusiera de perrito... yo pensé que iba a ser penetrada pero ya para ese momento estaba totalmente dispuesta y relajada, sin embargo, no lo hizo, me lamío el huequito y los testículos, me dio vuelta e hicimos un delicioso 69.

Yo ya no aguantaba, él empezó a sobarmela con una mano y con la otra se la sobaba él, me estremecí toda y me regué, pasaron unos segundos y él derramó toda su leche sobre mí.

Después me limpió, se acostó a mi lado y me abrazó, nos dormimos unos minutos y cuando desperté le dije que ya era tarde y tenía que irme. Me vestí, el me acompaño a la puerta, nos dimos un beso y regresé a mi casa.

De camino me sentía feliz, no sabía por qué no me había penetrado pero la pasé muy bien. Había sido tratada como toda una mujer y por primera vez había sido la mujer de alguién. Regresé a mi casa super contenta.

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